Las vacaciones de Mara

Por Sole Lladó

Mara era una chica muy estudiosa y aplicada en el colegio, por eso, cuando terminaron las clases su mamá le preguntó qué quería hacer en las vacaciones, -pedime lo que desees porque te lo mereces ya que este año estudiaste mucho y te portaste muy bien- le dijo sonriente, pensando que le iba a pedir ir a la playa, al parque de diversiones o al menos a la casa de sus abuelos en la montaña. Pero eso no sucedió. Mara le dijo que quería un cuaderno de muchas hojas y lápices de colores que no se gastaran nunca. La mamá de Mara muy sorprendida fue a la librería y le compró el cuaderno más grande y la caja de lápices más eterna. Cuando llegó a su casa, Mara la estaba esperando ansiosa como si le trajera juguetes y golosinas, la abrazó muy fuerte y se encerró en su cuarto a dibujar.

Mara pasaba día y noche dibujando en su cuaderno enorme con sus lápices eternos, y de tanto, tanto dibujar noche y día, sus dibujos tomaron vida: el agua de mar de pronto salió de la hoja y la empezó a salpicar y el viento de las montañas la secó; los pájaros cantaban y las flores perfumaban. Entonces, a Mara se le ocurrió dibujar a su amiga real. Mara no tenía hermanos, ni mascotas y pensó que sería bueno tener a alguien con quien jugar y dibujar. Fue así que trazo a trazo la creó a Elena, su amiga ideal. Usó todos los colores eternos de la caja que no se gastaba nunca, era un arco iris en su totalidad. Cuando terminó de dibujarla, se sentó a esperar que Elena tomase vida, pero los minutos pasaban y no sucedía. Mara se fue a merendar para hacer tiempo y así dejar que la magia llegase a su amiga para que salte de la hoja de papel con piernas y brazos de verdad. Pero eso no pasó. Mara se puso triste y se acostó a dormir, pensando que quizá al otro día podía ocurrir. Y así pasaron dos días y dos noches, Mara ya había perdido las esperanzas de tener a su amiga ideal, entonces enojada, agarró el cuaderno más grande y los lápices que nunca se gastaban y los guardó en una caja y se fue a pasear con su mamá.

Pasaron dos días y dos noches y Mara ya había saltado a la soga, dado vueltas en bicicleta, patinado, se había comido cinco helados, dos tortas y diecisiete caramelos; aburrida abrió la caja en la que había guardado su cuaderno grande y sus lápices eternos y que sorpresa se llevó!!!! Elena ya no estaba en el cuaderno, la hoja en la que la había dibujado estaba en blanco. Empezó a buscar por todo el cuarto, sabía que muy lejos no podía ir, pero no apareció por ningún lado. Entonces se fue a merendar para darle tiempo a Elena a regresa, quizá era vergonzosa y le tenía miedo a su mamá. Pero no apareció. Esa noche se acostó y deseo muy fuerte que a la mañana Elena este a su lado, pero tampoco pasó. Entonces se fue a pasear con su mamá y cuando volvió del paseo, fue en busca de su cuaderno eterno y sus
lápices que no se acababan nunca para dibujar a otra amiga ideal, pero se llevó una sorpresa muy muy grande al oír una vocecita muy finita que le decía – Mara, los amigos ideales no existen si no le dibujas corazón – entonces miró por la ventana y vio a uno de los pajaritos que había dibujado parado en el árbol de la puerta de su casa. Mara le respondió que no podría hacerlo, porque su amiga ideal, sin corazón no estaba más en su cuaderno grande que nunca se acababa y que estaba muy triste porque no la encontraba. Entonces el pajarito le dio una muy buena idea, dibujar un corazón enorme que ocupe toda la hoja y dejarlo en la caja, entonces Mara le hizo caso, porque él también venía del mundo de los dibujos y sabía que era lo mejor para Elena.

Entonces, dibujó el corazón más grande, hermoso, rojo muy rojo, lleno de estrellitas de amor, chispas de ilusión, un toque de verde emoción y violeta esperanza y lo dejó apoyado en el cuaderno. Y se fue a merendar. Cuando volvió estaba Elena esperándola, sentada en el piso y había desparramado todos los lápices de colores que no se gastaban nunca, en el cuaderno había dibujado a Mara y sus ojos brillaban de alegría porque estaban tomadas de la mano hamacándose muy fuerte hasta tocar las nubes.

Todos necesitamos de alguien con quien hablar

Por Daniela Chueke

Con Celina Abud nos conocimos en twitter. Yo le di fav y retuit a un tuit suy en el que anunciaba la presentación de su libro de cuentos Alguien con quien hablar, editado por Crackup, y ella me agradeció.
Ahí empezó un diálogo virtual y promesas de conocernos, la iba a entrevistar para mi Blog Club de Lectura que por entonces tenía en la Revista Ohlalá, pero no se dio.

Los cuentos son poderosos, la pluma de Celina denota mucha calidad, es bien actual, ácida, detallista, irónica. Ella se ríe de los estereotipos de hombres y mujeres jóvenes de las últimas décadas, lo cool, lo palermitano, las relaciones líquidas, las obsesiones, los desencuentros.

Una mujer vista por cinco hombres y narrada por ellos, es el primer cuento ¿Hace cuánto que nos vemos? , que indefectiblemente nos muestra la dificultad del ser humano de conocer a otro en su verdadera identidad. El otro, la otra, en este cuento, es una pantalla, una proyección de lo que cada uno puede o quiere ver, de sus fantasías, de sus deseos, de sus conflictos. Y el amor, en ese contexto, siempre como la respuesta. O la pregunta…

El segundo cuento, Las agujas, se estructura en una suerte de diálogo epistolar adaptado a las nuevas tecnología, el mail, el watsapp. Son una serie de intercambios entre Adrián y Martín, dos compañeros de tesis y amigos en los que se exponen las dificultades, miedos e inseguridades propias de este proceso, la redacción de una tesis, se sabe , es una bisagra en la vida de cualquier estudiante universitario. La autora logra poner la lupa en una instancia de la vida que tienen tanto de pasión como de tedio y transformarla en un hecho literario.

El último de los cuentos, que le da nombre al libro, Alguien con quien hablar, es autobiográfico y es donde la autora, también periodista, refleja los gajes del oficio. El cuento es relato, pero también es investigación, entrevista, búsqueda de respuestas. Todo surge cuando la protagonista encuentra un svástica dibujada en el ascensor de su edificio. El resto es su búsqueda persistente de alguien con quien hablar.

Escuchá la entrevista a Celina Abud en mi columna #Libroterapia en el programa del 10 de diciembre.

 

¿Sos una soñadora una idealista una apasionada del bien común?

Crédito foto: rawpixel.com /Unsplash

¿Tenés una vocación por la que diste toda tu vida y ahora empezás a dudar de vos misma? ¿Te preocupas tanto por ayudar a las personas en tu trabajo que te olvidás de hacerlo rentable? ¿Tan poco valor le das al dinero que tu estabilidad financiera es prácticamente nula?

No te preocupes. Lee La forense e identificate con María, la protagonista de la última novela de Marisa Grinstein, autora de Mujeres Asesinas.

Nosotras la leímos y nos dimos cuenta que en comparación, no estamos tan mal. Por ahora…

Nos identificamos muchísimo con las crisis de esta psicóloga, como mujer, separada, que tiene un revés profesional y que empieza a buscar alguna salida, la encuentra mitad en el esoterismo, mitad en cumplir la fantasía de vivir en una playa.

María tiene también uno de esos amores insuficientes pero que nos sirven en esos momentos “mientras tanto” que a todas nos tocó en algún momento atravesar, solo que a ella se le prolonga por demasiado tiempo. Y un amigo fiel, ese que no nos atrevemos a convertir en otra cosa pero que representa ese modelo de hombre que perfecto y a veces fantaseamos cómo sería dar el paso para cambiar la relación.

Así resume esta historia la contratapa del libro, editado por Sudamericana: “Entre el psicoanálisis y el esoterismo, entre la desesperación y la indiferencia, La forense es la historia de una mujer al borde de los cincuenta que ha caído en la más profunda de las depresiones.

A nosotras no nos pareció “la más profunda de las depresiones”, porque María no se detiene, prueba cosas, se anima a los cambios, atraviesa lo que le toca vivir con bastante desprolijidad, es verdad, pero poniéndole el cuerpo a las situaciones.

Su vida es bastante imperfecta, hay momentos de la lectura en que te dan ganas de decirle “no, no hagas eso, avívate”, pero ella a su manera cumple con muchos de los sueños que si nos atreviéramos a ejecutarlos harían de este mundo un lugar un poco más amable.

Te super recomiendo La forense, si te estás haciendo preguntas sobre el rumbo de la vida, el lugar de la mujer, el lugar de la familia, la pareja, los hijos, el dinero, la desigualdad. Y sobre todo, sobre los sueños, esos que dejaste olvidados y tal vez sea hora de reavivar.

¡Hasta la próxima #Libroterapia querida MuydeMina!

¿Cómo te pega el día de la madre? ¿Qué emociones te despierta?

Foto crédito: Pixabay

Yo estoy pensando que este año me agarra en una etapa muy feliz de mi vida, llena de aceptación, de concreciones, de sueños que se van cumpliendo.

Quedaron atrás las ansiedades, la locura de tener hijos chicos y no dar abasto y puedo celebrar verlos crecer, cumplir etapas.

Creo que como nunca antes, este es un año en el que estoy pudiendo disfrutar de la maternidad. De una maternidad real, menos idealizada, con los grises y sus inevitables tragicomedias cotidianas.

Mi hija, la única mujer, la del medio, cumplió 12 años y me confronta con todos y cada uno de mis rasgos, los mejores y los no tanto. Ella está ahí, creciendo, como una flor. Qué cursi, ¿no?

  

 

Pero es así. De un día para el otro explotó su belleza propia, dejó de ser una minidanielita para ser ella, empezar a descubrirse y nosotros a descubrirla en su esplendor.

En todo esto pensaba y escribía, cuando nos llegó a la radio el nuevo libro de la doctora Graciela Moreschi, psicóloga especialista en vínculos, Con el reloj en el cuerpo, en el que hay un capítulo especial sobre la adolescencia, de lectura muy recomendable para quienes buscan entender un poco más el proceso que les espera.

Pero si vamos a mis preferencias en materia de libros, la idea es ofrecerles una opción literaria.

 

Y mi preferido es un libro de Milena Busquets, Esto también pasará de Editorial Anagrama, que escribió a raíz de la muerte de su madre, la escritora y editora Esther Tusquets, fallecida hace poco más de dos años y figura consagrada del ambiente literario en Barcelona.

 

Lo súper recomiendo a mujeres que sientan que es demasiado difícil disfrutar de sus familias o de sus vidas imperfectas.

Espero que pasen un día hermoso.

 

¿Qué hay detrás de las vidas perfectas?

Los ves sonriendo en Instagram, con su pose impecable, su sonrisa de dientes espléndidos, ostentando alegría, belleza, perfección. Tienen lo que vos no tenés. O tuviste, y algún día perdiste. O peor, nunca supiste que lo tenías y te mirabas al espejo llena de complejos (adolescencia … ¿te suena?). Puede pasar, quizá, que añores esa vida de película que tiene tu amiga casada con su familia feliz y sus hijos perfectos, siempre rodeada de amor, y vos, soltera, sin obligaciones pero con la agenda del fin de semana libre, demasiado libre, esperando ese llamado que nunca llega. Hay un refrán que dice que el pasto siempre es más verde en el jardín del vecino. Y algo de esa fantasía nos gobierna cuando nos creemos que existen las vidas perfectas y que son los otros quienes las disfrutan. Nosotras, por Muy de Minas que seamos, no nos sentimos tocadas por la varita mágica. Sobre este tema se basa en parte La chica del tren, de Paula Hawkins, editado por Planeta y publicado el año pasado. También se hizo una película, protagonizada por Emily Blunt y dirigida por Tate Taylor.

La chica del tren es Rachel, una mujer joven divorciada, que tiene problemas con el alcohol, está sin trabajo y deprimida por el abandono de su pareja. Para pasar los días sigue la misma rutina cuando tenía su vida organizada y trabajaba en una agencia de publicidad: viaja en tren ida y vuelta desde su pueblo hasta Londres y en el trayecto, suele mirar por la ventanilla, observa las casas que dan a las vías y empieza a imaginar cómo son las vidas de sus habitantes. Felices, en sus hogares llenos de amor y armonía. Incluso les inventa nombres ficticios. Proyecta en ellos lo que ella no tiene, lo que le gustaría vivir. Hasta que en uno de esos barrios, el mismo en el que ella vivía estando casada, sucede un crimen que ocupa las páginas de los diarios. A partir de ahí sus días cobran un nuevo sentido. Ayudar a la policía a investigar qué pasó. Es una historia atrapante en todas sus páginas. Va narrando los hechos, a partir de lo que cuentan cada uno de los personajes, y al final se va desentrañando el misterio, siempre mediante el relato de los personajes, en realidad no de todos los personajes, sólo de los femeninos.

Si no lo leyeron, lo recomiendo con absoluto entusiasmo porque sé que tiene todo para una gran historia, rescata la importancia de los detalles, de estar alertas a los mensajes que tenemos alrededor, a creer en nuestra voz interior, confiar en nosotros mismos, tener esa intuición que nos dice que ahí hay algo raro.

Puede ocurrir que, si ya leíste varios policiales, intuyas quién es el malo a mitad del libro, en ese sentido no es que te va a sorprender. Pero de todos modos, es imposible dejar de leer hasta el último renglón.

Enlaces

Editorial Planeta:

http://www.planetadelibros.com.ar/
IG: @planetadelibrosar 
Tw: @PlanetaLibrosAr 

Paula Hawkins:

IG @paulahawkins2010
TW @PaulaHWrites